Empieza tu año laboral con el pie derecho (Parte 1)

Mucho tiempo me incomodó ser ansiosa y pretendía hacerme la loca con mis emociones. Las reprimía en vez de preguntarme qué me tenía así o si quería sentirme de esta forma. ¿Te ha pasado?

En lo personal, les debo admitir que hacer esto, me pasó la cuenta.

Toqué fondo y descubrí, por experiencia propia, qué pasa cuando te desconectas de tus emociones y cómo el escucharlas es una tremenda guía en todas, absolutamente todas las áreas de nuestra vida, incluida la laboral.

Porque es verdad que cuando escuchamos nuestras emociones, nuestras decisiones son más conscientes e inteligentes, y nos aportan una sensación de calma inigualable. Negarlas es renunciar al tremendo poder que nos otorgan, para lograr sostener la motivación hacia nuestros propósitos y objetivos.

Las emociones otorgan sentido y el sentido es imprescindible para perseverar y para liderar.

Muchas veces he escuchado el mito, que para ser buenas profesionales debemos desconectarnos de nuestras emociones y eso… es taaaaan errado.

Nuestras decisiones son emocionales (sí, la ciencia lo dice), por lo mismo debemos fijarnos objetivos coherentes con lo que nos dicta el corazón.

Las emociones no bloquean nuestra razón, actúan guiando los procesos de toma de decisiones.

Y lo anterior no quiere decir que tomemos decisiones impulsivas, si no que nuestra razón y emoción trabajen en pos de un objetivo común. Si esto no sucede, es muy difícil sostener nuestros propósitos.

Así que si ya estás visualizando el próximo año, antes de proponerte cualquier meta u objetivo, la primera pregunta que debes hacerte es ¿cómo quieres sentirte, contigo misma, en tus relaciones, en el trabajo?¿quiénes te ayudan a sentirte de esa forma? ¿qué quieres que sea distinto? ¿qué quieres dejar atrás?

Date el tiempo para conectar con ello, yo lo estoy haciendo; toma papel y lápiz y anota. O, si no te es tan fácil ponerlo por escrito, busca imágenes y pégalas modo collage. Lo importante es que lo tengas a tu alcance para recordarlo y reconectar con ello cuando creas es necesario.

Así que me encantaría que estos días que quedan de 2018, no establezcas ningún objetivo aún, sólo conecta con tus corazoncito, con cómo quieres sentirte.

Por ejemplo, estas fechas que son súper familiares, conéctate con qué quieres quedarte. Sólo desde ese lugar comenzar a establecer objetivos y tomar decisiones coherentes y sostenibles en el tiempo.

¡Y no te preocupes, porque se viene la segunda parte para ayudarte a poner en objetivos y metas el cómo quieres sentirte!