Empieza tu año laboral con el pie derecho (Parte 2)

En el artículo anterior les hablé de la importancia de conectarse con las emociones y responder a la pregunta ¿cómo quiero sentirme el 2019?

Tienen que tener en cuenta una cosa: conectar con nuestras emociones es vital para empezar a planificarnos. Sí, porque si nos conectamos somos más coherentes con nosotras y nos permitimos sostener y avanzar hacia nuestras metas y objetivos.

Si aún no te has respondido cómo quieres sentirte este 2019, te recomiendo hacerlo como base para esta segunda parte donde voy a entregarte herramientas concretas para planificar tu año.

En primer lugar debes saber que si bien es importante tener una idea general de tu 2019, no lo debes planificar anualmente porque es poco efectivo. Lo expertos hablan de establecer metas y objetivos trimestrales. Es decir, comienza a establecer metas y objetivos hasta abril.

Planifícate en las distintas áreas de tu vida, no sólo la laboral, también a nivel personal y en tus relaciones con los demás. Hazte el hábito semanalmente, utiliza el día viernes o lunes y asigna tiempos específicos para organizarte.

Define metas de manera concreta y las tareas que te llevarán a lograrlo. Si quieres un aumento de sueldo pregúntate ¿cuánto quieres ganar? ¿qué acciones concretas te llevarán a ello? Por ejemplo, averiguar cuánta es la remuneración del mercado, aprende herramientas de negociación, etc.

Si te propusiste acercarte más a tu pareja, propón una fecha y momento específico para hablar de ello, quizás fijar un día a la semana para salir y hacer una actividad en conjunto.

Sé realista. Uno de los grandes problemas al planificarnos, es que tendemos a sobrevalorar nuestra capacidad de influir en el tiempo o nos ponemos metas muy lejanas (muchas veces tiene que ver con altos niveles de autoexigencia), que al no lograrlas nos desmoraliza y nos hace sentir mal con nosotras mismas.

Dile chao al multitasking, eso de que las mujeres podemos hacer muchas cosas a la vez, es puro mito, nos lleva a la dispersión, a la falta de foco y a la baja de productividad. Una tarea a la vez, así que si eres de las que trabaja con muchas pestañas abiertas en el computador, deja sólo abierta aquélla en las que estás trabajando.

Si tu correo esta siempre abierto, ciérralo y asigna horas específicas para revisarlo.

Evalúa, semanal, mensual y trimestralmente, date un tiempo para pensar, reconocer y celebrar lo que sí has logrado. También es importante al evaluar, preguntarte ¿qué podrías hacer distinto para lograr aquellos objetivos en los que no avanzas tan rápido como quisieras.

Evaluar cómo vas avanzando te da un shot de autoestima y te permite modificar estrategias, en caso de que sea necesario.

¡Sé flexible y amorosa contigo misma! Lo digo siempre, la excesiva autocrítica nos hace poco productivas, si al evaluar te das cuenta que no cumpliste con lo planificado, por favor no te retes o castigues, comprende que parte de aprender algo implica ensayo y error.

Acepta que los imprevistos son parte de la vida, por lo tanto muchas veces tus planes se verán modificados y no los podrás cumplir al pie de la letra, y en este camino no olvides la AMABILIDAD contigo.