Tres simples pasos para conectarte con la mejor versión de ti en el trabajo.

No es fácil ser mujer y profesional, no es fácil porque los datos duros así lo muestran. El nivel de participación en cargos políticos de las mujeres en el mundo es de apenas un 20%, y en Chile es aún más bajo. Sin importar el nivel socioeconómico o educacional, las mujeres ganan aproximadamente un 30% menos que los hombres. Del total de empresas de Chile sólo un 25% de ellas tienen dueñas mujeres, y en el caso de las grandes empresas sólo un 7%. Sí!! cuando nos enfrentamos a las estadísticas es tremendo. Las mujeres no estamos alcanzando la cima de nuestras profesiones, no estamos siendo la mejor versión de nosotras mismas profesionalmente.

Las estadísticas y los estereotipos sociales repercuten también en cómo las mujeres nos evaluamos y la experiencia muestra que tendemos a subestimarnos. Muchas mujeres, crecemos con la convicción (y también la experiencia) de que debemos esforzarnos constantemente y que nunca es suficiente, que debemos demostrar que somos inteligentes, capaces, independientes, y luego en la adultez esto se traduce en mujeres que laboralmente se sienten inseguras, poco valoradas, con dificultad para poner límites, sobrecargándose de responsabilidades y sintiéndose a diario ansiosas y teniendo que demostrar que son "buenas profesionales"... Una olla de presión que es insostenible en el tiempo y que tarde o temprano nos pasará la cuenta.

Si te animas, es posible revertir esta situación e irnos conectando con la sensación de confianza y seguridad en nosotras mismas y para eso quisiera regalarte el siguiente ejercicio.

1.- Primero vas a reconocer las sensaciones de incomodidad, de ansiedad, miedo, que has vivido en tu trabajo, vas a elegir una situación donde te hayas sentido poco capaz, insegura y que te gustaría haber actuado distinto.

2.- Ahora me gustaría pedirte que cierres los ojos y te conectes con la sensación de sentirte poderosa, si es necesario ponte de pie, separa un poco tus piernas, siente la conexión de tus pies con el suelo, abre tu pecho, sitúa tus manos en la cintura, Conéctate con tu respiración y con la sensación de que todo es posible para ti y que eres capaz de todo lo que te propones, repite esta frase en tu mente sin cuestionarla "soy capaz de todo lo que me propongo", imagina el mejor de los escenarios para ti.

3.- Y desde esta sensación, vuelve a imaginar esa situación ¿cómo la resolverías? ¿cómo te sentirías? ¿qué sería distinto en ti?. Conéctate con el bienestar y la tranquilidad de resolverla cómo lo hubiese hecho tu yo en su máximo potencial, segura y confiada de sí. ¿Notas la diferencia? Escribe las respuestas a estas preguntas y luego reléelas.

Si quieres saber más sobre cómo ayudarte a sentir más confiada y empoderada desde la corporalidad, regálate el tiempo para ver la siguiente charla TED.